Jardín urbano en El Viso, Madrid
El número reducido de especies y la sola concesión floral de unos agapantos de flor blanca y las glicinias de las pérgolas subrayan el carácter sobrio y elegante de este jardín, que se despliega en un reducido espacio, condicionado por la presencia dominante de la vivienda. La hegemonía de las plantas perennifolias —ciprés, boj, aligustre, hiedra—asegura un verde perenne, eso sí, en un juego de distintos tonos, brillos y formas y texturas de las hojas. Para templar la dureza del hormigón se recurrió al efecto dulcificador de especies de hoja caduca y formas de crecimiento más naturales —perales, arces— en sitios concretos. A pesar de lo limitado del espacio se crearon cinco zonas de estar: terraza principal con pérgola al norte, terraza comedor con pérgola al este, zona de estar para servicio bajo la terraza este, zona de estar para servicio salida de cocina, y finalmente un pequeño lugar con tumbonas en la salida de la piscina.
Fotos: Pablo Vicens