Patio urbano en El Viso, Madrid

Bolas de boj y grandes hojas enceradas de boina de vasco (Farfugium japonicum) contrapuestas para obtener lo mejor de cada especie. Un único arce japonés (Acer palmatum) que levanta y da sombra sobre un suelo en el que repta la llareta (Azorella compacta) y donde despuntan los lirios azules en abril… A este equilibrio vegetal que juega con la luz y el frescor, se sumó la elección, diseño y despiece del pavimento calizo, buscando una armonía estética acorde con la arquitectura de la vivienda. Este material, ya empleado en otras zonas de la casa, aporta luminosidad al espacio, un patio-cubierta rectangular de 70 metros cuadrados encajado entre edificios y orientado al norte, por lo tanto en sombra gran parte del año. La textura de la piedra varía sutilmente de una losa a otra, y su dibujo roto permite a las plantas entrar y salir en su lucha por el espacio. La plantación se ve desde el salón a través de un gran ventanal, lo que exigía más aún si cabe un estilo que no desfalleciera en invierno. El patio dispone de dos zonas de estar, una de ellas bajo una pérgola; entre medias se despliega la vegetación.

Photos: Pablo Vicens / Miguel Urquijo